II Taller Nacional Género, ciencia y sociedad 2020 (del 5 al 20 de julio de forma virtual)

Título: La participación de la mujer latinoamericana en las luchas por la independencia

 

 

 

         Autores: MSc. Luisa Pérez Herrera.

                         MSc. Arelys Caridad Pérez Triana.

                         MSc. María del Carmen Morera Carballo.

     

 

 Introducción

La mujer históricamente ha desarrollado un papel protagónico en la historia de los pueblos. Particularmente en América, su accionar revolucionario se inició desde el proceso de colonización española.

El presente trabajo pretende ejemplificar la participación de la mujer en las luchas por la independencia de América. La selección de la temática está fundamentada por el papel decisivo que estas desempeñaron en el proceso independentista de Latinoamérica y que aún hoy desempeñan en el desarrollo socio histórico de esta porción del continente americano. José Martí expresó: "Se ordena ya el gran sacrificio, y es justo que se apresuren a premiarlo las mujeres, que son su corona natural". (Martí, 1973, t. 3, p. 398.)

En la ponencia que se presenta se realiza un recorrido por la historia de Latinoamérica desde la etapa de la colonia hasta la actualidad, para lo cual fue necesario realizar  una búsqueda bibliográfica  en diferentes  fuentes  del conocimiento histórico. El resultado que se presenta sirve de material de estudio en el pregrado para las asignaturas Historia Moderna y Contemporánea e Historia de Cuba I y II  que  reciben los  estudiantes de  las Licenciaturas en Educación. En el postgrado se emplea en la superación de los docentes de Historia de las educaciones Primaria, Secundaria Básica, Preuniversitario y Educación Técnica Profesional.  

Desarrollo

Las mujeres americanas en la comunidad primitiva fueron violentamente masacradas al iniciarse el proceso de conquista y colonización del continente por parte de los países europeos, sufrieron la violación, el asesinato de sus esposos, padres e hijos y las que lograron sobrevivir fueron empleadas en las más difíciles tareas de servidumbre en las encomiendas.

Durante el desarrollo pleno del proceso de la colonización de los territorios del continente americano, las mujeres carecían de derechos. En la historia de América  en sus diferentes etapas, varias fueron las mujeres que no estuvieron de acuerdo con el sistema social derivado de la formación económica social existente y de alguna u otra manera se incorporaron a las luchas por la liberación de su patria, a continuación se exponen algunos ejemplos de las luchas de la mujer en las diferentes etapas de la historia de América.

La venezolana Luisa Cáceres De Arismendi, a pesar de haber nacido a fines del siglo XVIII y poseer escasa instrucción pudo elevarse a su destino y perfeccionarse moralmente. A solo 16 años de edad, después de haber perdido a todos sus familiares, y estando ya casada y embarazada, es tomada como rehén para doblegar a su esposo que había huido de los españoles y encerrada bajo vigilancia, es trasladada a un calabozo a oscuras y sin luz donde sufre el maltrato y vejámenes cometidos por las tropas españolas, ante los cuales no cede.

Su esposo propone canjear prisioneros españoles que poseía por su Luisa y el ofrecimiento no es aceptado. Después de un mes de presidio la fortaleza es atacada, horas más tarde los soldados la sacan de su prisión para pasearla sobre la explanada del cuartel, donde han sido fusilados los prisioneros, la hicieron caminar por sobre los cuerpos sin vida y la obligan a calmar su sed con el agua pestilente mezclada con la sangre de los suyos. Al dar a luz su niña muere dadas las condiciones del parto y del calabozo.

Es trasladada a la prisión de la Guaira y después al convento de la Inmaculada Concepción en Caracas, donde ingresa como prisionera, la mantienen incomunicada. Los triunfos de las fuerzas republicanas determinaron que se ordenara su traslado a Cádiz, es llevada de nuevo a la prisión de La Guaira y embarcada, llega a Cádiz en 1817. Es presentada ante el capitán general de Andalucía, quien protesta por la arbitraria decisión de las autoridades españolas en América y le da la categoría de confinada, le asigna una pensión de 10 reales en vellón diarios, luego de pagar una fianza. Durante su permanencia en Cádiz, se negó a firmar un documento donde manifestaba su lealtad al Rey de España y renegaba de la filiación patriota de su marido a lo cual respondió que el deber de su esposo era servir a la patria y luchar por libertarla.

En 1818 le ofrecen traslado a América; hace todos los preparativos pertinentes para la fuga a bordo de una fragata de bandera norteamericana. Al llegar a Filadelfia, es visitada por un amigo de su esposo y apoyada en su traslado a Margarita. En 1819, el Consejo de Indias dicta una resolución mediante la cual se le concedía absoluta libertad y facultad de fijar su residencia donde quisiera. Residió en Caracas hasta el día de su muerte el 28 de junio de 1866, después de haber visto a su patria libre. (Mata, 1991).

Gertrudis Bocanegra, mexicana que durante la lucha por la independencia del virreinato de Nueva España, iniciada en 1810, se incorporó a las tropas de Miguel Hidalgo, fue detenida y cruelmente torturada, después de ver morir ante ella a su esposo e hijo. En la etapa de resistencia de la guerrilla insurgente, Bocanegra fue enviada a Pátzcuaro con el propósito de ayudar a la toma de la ciudad por parte de los rebeldes. Pero fue descubierta, y luego hecha prisionera por el ejército real. Sometida a tortura para que delatara a otros participantes de la guerrilla, Bocanegra se negó siempre a dar información a los españoles. Finalmente fue enjuiciada y encontrada culpable de traición. Fue fusilada en la Plaza mayor el 11 de octubre de 1817. (Ávila, 2010. P.5).

La argentina Manuela Pedraza, fue defensora de la ciudad de Buenos Aires durante la primera invasión inglesa de 1806 y considerada de participación heroica. La llamaban "Manuela la tucumanesa". En la batalla del 11 de agosto de 1806 matan a su esposo y ella, a pesar del dolor causado, persigue y mata al soldado inglés atravesándolo con la bayoneta y matando a otro con el fusil que recogió de su marido muerto en combate.( Alaniz, 2005. p. 130 ) 

Juana Azurduy de Padilla fue una patriota guerrillera del Alto Perú (actual Bolivia), que acompañó a su esposo Manuel Ascencio Padilla en las luchas por la emancipación en el Virreinato del Río de la Plata. Tras la derrota del Ejército del Norte en la Batalla de Guaqui el 20 de junio de 1811, los realistas recuperaron el control del Alto Perú y las propiedades de los Padilla junto con las cosechas y sus ganados fueron confiscadas, siendo apresada Juana Azurduy y sus hijos, pero Padilla logró rescatarlos refugiándose en las alturas de Tarabuco. Vio morir a sus cuatro hijos, dos hembras y dos varones, de sed y de hambre, en medio del bosque y se vio obligada a enterrarlos con sus propias manos, y combatió embarazada de su quinta hija, así era perseguida y acorralada constantemente por los realistas españoles.

El 14 de noviembre de 1816 fue herida en la Batalla de La Laguna, su marido acudió a rescatarla y en este acto fue herido de muerte. A la muerte de su esposo asumió la comandancia de las guerrillas de La Laguna. En 1821, se vio reducida a la pobreza y a la soledad. (Alaniz, 2005. p.136).

Meritoria fue la participación de la mujer cubana en las luchas por la independencia contra el colonialismo español en el siglo XIX, desde la iniciativa de la confección de la bandera que ondearía en los campos insurrectos, hasta su actitud de incendiar la ciudad de Bayamo por no entregarla en manos enemigas, constituyen ejemplos de grandeza.

Rosa María Castellanos después de sufrir la esclavitud de plantaciones en Oriente, sufrió la persecución española en los campos insurrectos durante las dos guerras por la independencia y durante la República Neocolonial fue humillada y olvidada sin manutención, solo pocos días antes de morir le fue asignada, por el ayuntamiento de Camaguey, la suma de 25 pesos para pagar los gastos de su enfermedad cardíaca (colectivo, 2002. p.103)

La matancera María Hidalgo Santana se incorporó a la lucha por la independencia durante la campaña invasora en 1896, al recoger la bandera cubana después de morir el abanderado de su tropa la tomó y con ella al galope fue herida de siete balas, fue también herida mortalmente en Jagüey Grande y al sanar siguió siendo perseguida hasta terminar la guerra tiempo durante el cual fue obligada a vivir en las más difíciles condiciones solo por defender las ideas independentistas. (Historia Local de Matanzas)

En este período desarrolló una intensa labor revolucionaria María de la Luz Noriega Hernández, de la tropa de Maceo en la invasión a Occidente desarrollada entre el 22 de octubre de 1895 y el 22 de enero de 1896. Había sido encomendada en Matanzas junto a su esposo herido en la enfermería y lo asesinaron frente a ella. Fue llevada a Isla de Pino maltratada y torturada hasta recibir como pena final el indulto. Sus afectaciones sicológicas la llevaron al suicidio en 1901 (Idem)

María Magdalena Cabrales se internó junto a los Maceo en el monte perseguida por las tropas españolas, allí en estado de gestación y con un niño pequeño tuvo que sufrir la pérdida de los dos y soportar el dolor de dejarlos sepultados en un lugar de la manigua. Durante años, alejada de su esposo, sufrió, junto a las mujeres de la familia un ir y venir constante, evitando caer en manos de las tropas enemigas. (Le Riverend, T. 3. p. 214)               

La madre de los Maceo, Mariana Grajales, en octubre de 18, ante la noticia del levantamiento de Carlos Manuel de Céspedes, junto a su esposo Marcos, se hizo de caballos, armas y dinero, juntó a sus hijos Antonio, José y Justo y salieron decididos a defender la Patria. Mariana anteponía a sus sentimientos de madre, la confianza patriótica, la actitud revolucionaria, la voluntad férrea por la lucha por la libertad. Sobre ella José Martí expresó: “¿Qué había en esa mujer, que epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza  hubo en su sencilla vida que cuando se escribe de ella es como de la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto?” (Martí, 1973. t.5. p. 26)

Además de madre ejemplar. Mariana simboliza a la mujer mambisa, pues a pesar de su avanzada edad, curó heridos en los hospitales de campaña y arengaba a los convalecientes incitándolos a que, una vez restablecidos, regresaran con más bríos al campo de batalla. Alentó la rebeldía de Antonio en su histórica Protesta de Baraguá el 15 de marzo de 1895. En mayo de 1879 embarcaba al exilio en Jamaica acompañada por María Cabrales, en un barco de bandera francesa. Llevaba como trofeo en el corazón la muerte de varios hijos: de Justo por fusilamiento; la muerte de Julio en el combate de San Miguel; la deportación en Chafarinas, de Rafael, donde moriría tuberculoso y así hasta el primer golpe: la muerte, igualmente en la guerra, del esposo, Marcos Maceo. Murió en el exilio el 27 de noviembre de 1893 a los 78 años. (Diccionario Enciclopédico Militar, 2005)

María Ríos Rodríguez, conocida como Isabel Rubio, comenzó a interrelacionarse con los ideales de la causa independentista por influencia familiar. Con el pretexto de visitar a su hija en Nueva York, inicia los contactos con el movimiento independentista, entrevistándose con José Martí enTampa, donde le orienta la preparación del alzamiento en armas. También se encuentra con Antonio Maceo y Máximo Gómez, quienes a ella confían la organización y dirección de los grupos independentistas en el extremo oeste de Cuba.

El 24 de febrero de 1895, cuando se produjo el alzamiento revolucionario de Yara, las autoridades apresaron a Modesto, el único hijo varón de Isabel, después liberado al no poderse comprobar su participación en el movimiento, pero al regresar ambos jóvenes, Isabel los llevó aparte y con tono firme, pero cariñoso, les dijo: ¡Muéranse antes que volver a dejarse apresar! En enero de 1896 el mayor general Antonio Maceo estuvo en Paso Real de Guane, visitó la casa de Isabel Rubio y le impuso el grado de capitana de Sanidad, por su gran prestigio y destacada actividad revolucionaria.

Después de ser incendiado el pueblo, la mambisa fundó un hospital militar ambulante. Durante dos años la combatiente atravesó casi toda la provincia pinareña, luchando contra los peligros de la guerra y la naturaleza. En el trayecto curó a numerosos heridos, caminaba tras la tropa y cuando se acababan las vendas acudía a sus vestidos, mientras con la utilización de los conocimientos familiares acerca de las propiedades medicinales de las plantas mitigaba los dolores.

El 12 de febrero de 1898, el ejército español descubrió el hospital de campaña, conminó al enemigo a no disparar porque dentro solo había mujeres, enfermos y niños, una descarga de fusiles la hirió en una pierna. Hecha prisionera y obligada a realizar una gran caminata hasta San Diego de los Baños, fue trasladada a la población más cercana, donde la cura recibida no pudo impedir la infección, y de ahí al hospital San Isidro, de la cabecera provincial, sitio en el que la gangrena y la fiebre acabaron con su vida tres días después. Se puede afirmar que su muerte constituyó una pérdida irreparable para Cuba y para todas esas mujeres que siempre la han tenido como un paradigma a seguir. (IDEM)

Bernarda del Toro Peregrín no necesitó su certificado de matrimonio con el Generalísimo Máximo Gómez, ya peleaba en los campos orientales antes de conocerlo junto a sus trece hermanos. Vivió activamente los diez años de la primera guerra, la tregua y exilio. En la manigua ayudó en hospitales, procuró alimentos y ropa para los mambises. Dio a luz a varios de sus descendientes en el monte, en las más difíciles condiciones. Sufrió el dolor de perder a cuatro de sus hijos antes de que cumplieran el primer año de edad y Clemencia su tercera hija fue rastreada junto a ella por las tropas españolas que seguían los pasos de su madre.

En 1993, el día en que José Martí fue a Santo Domingo a proponer a Gómez se le uniera para ultimar el reinicio de la lucha, al describir el instante del encuentro, expresó sobre ella: “…aguarda un poco atrás, en un silencio que es delicia (…). Manana generosa, la compañera de la guerra, saluda como a un hermano, al desconocido.” (Martí, 1973. t.4. pp. 445-451.)

En 1895 Tomás Estrada Palma le brida ayuda económica y la rechaza alegando: “Las que hemos dado todo por la Patria, no tenemos tiempo para ocuparnos de las necesidades materiales de la existencia…no debe gastarse con nosotras lo que hace falta para comprar pólvora” (Calzadilla, 2014). Al morir en 1911 sus restos fueron sepultados envueltos con la bandera cubana a solicitud del propio Presidente José Miguel Gómez.

Un ejemplo de abnegación es la camagüeyana Amalia Simoni, esposa de Ignacio Agramonte, que no vaciló al cambiar sus comodidades por las penurias de la manigua. Fue apresada y ante la propuesta de que escribiera a su esposo para que se entregara expresó: “General, primero me corto la mano antes que yo escriba a mi marido que sea traidor”.

Corrió el peligro de ser perseguida con su hijo, que le querían matar, en brazos y pudo escapar. Su segunda hija nunca conoció a su padre por tener que partir Amalia hacia el exilio. Desde allí apoyó económicamente la causa cubana, antes y después de morir su esposo. (Atienzar, 2002)

Otras mujeres anónimas, durante las luchas contra el colonialismo español de 1868 a 1898 tuvieron que sufrir la pena del destierro y la añoranza de la tierra adorada, sobre ellas José Martí expresó "... "¡Cuándo más bella nuestra mujer, a no ser que fuese al caer en el sepulcro libre de la guerra, que cuando con los dedos helados del destierro halla de su tarea para comprar el pan y el carbón; cuando, arrebujada en la manta la noble vejez, va la señora de antes a su barril de despalillar; cuando, mientras el marido que cargó el rifle libertador prepara a los niños para hombres, ayuda con su industria al ejemplo y dicha de la casa desterrada, y al crédito que con la prueba de su virtud gana el país! Y así es una caja fina de queso de Tampa más grata a un criollo tenaz, que si viniese llena de oro y pedrería". (Martí, 1973. p.394)

En el siglo XX las mujeres se destacaron en la defensa  de sus derechos y lucharon contra los males provocados por la penetración del imperialismo norteamericano

Virginia Bolten fue una militante anarquista y feminista, con actuación en las ciudades de Buenos Aires, Rosario y Montevideo. En 1890, encabezó la primera manifestación por el 1 de mayo en conmemoración de los Mártires de Chicago, enarbolando una bandera negra y letras rojas con la consigna: "1 de Mayo, Fraternidad Universal", es detenida bajo el cargo de atentar contra el orden social. Fue la primera mujer oradora en una concentración obrera.

Durante 1896/1897 editó el periódico anarcofeminista La Voz de la Mujer, cuyo lema era "Ni Dios, ni patrón, ni marido", en el que difundía los ideales del comunismo libertario, las injusticias contra los trabajadores y en especial contra las mujeres. En 1900 fue arrestada por organizar una contramarcha en repudio a la procesión católica de la Virgen de la Roca, en Rosario. También organizó la "Casa del Pueblo", realizando eventos político-culturales, debates, discusiones, lectura de poesía y teatro para los obreros.

En 1901 fue arrestada por distribuir propaganda anarquista en las puertas de la Refinería Argentina. En 1902 participó de una manifestación en Montevideo el 1 de mayo, y como oradora denunció la Ley de Residencia Argentina y la represión al movimiento obrero. Ese año participó también de un acto del Sindicato Portuario en el teatro San Martín. En 1904 volvió a Buenos Aires y formó parte del Comité de Huelga Femenino organizado por la Federación Obrera Argentina, movilizando a los trabajadores del Mercado de Frutos de Buenos Aires. Esas febriles actividades le causaron el deterioro en su salud. En 1905 fue nuevamente arrestada y su pareja Manrique fue deportado a Uruguay, aplicándosele la Ley de Residencia.

En 1907, participó en la huelga de inquilinos como parte del "Centro Femenino Anarquista", razón por la cual se le aplicó la Ley de Residencia y fue expulsada al Uruguay, siendo Montevideo su lugar de radicación definitiva. Su casa se convirtió en una base de operaciones de los deportados desde Argentina. En 1909 colaboró con el periódico anarcofeminista dirigido por Juana Rouco Buela, La Nueva Senda (1909-1910).

En Montevideo organizó protestas por la brutal represión del 1 de mayo de 1909 en Buenos Aires, donde las fuerzas policiales de Ramón Falcón asesinaron cerca de una decena de obreros. En 1911 trabajó en la Asociación Femenina- Emancipación, organizando a las mujeres anticlericales, a las operadoras telefónicas y activó contra las sufragistas femeninas.

Formó parte del grupo que apoyó el anarco-battlismo que laicizó el estado y la repartición pública, además de nacionalizar empresas de capitales extranjeros. (Bellucci, 2003)

Carmen Clemente Travieso precursora del movimiento feminista en Venezuela, y primera mujer dedicada a las actividad del reportaje en el país. Sostuvo, mediante sus escritos, una lucha por una mayor participación de la mujer en la política nacional.

Participa de forma activa en los acontecimientos de la Semana del Estudiante en 1928. Empeñada en promover la participación de las mujeres en la sociedad venezolana, es una de las fundadoras de la Agrupación Cultural Fememina en 1935, que lucha, entre otras cosas, por el derecho de las mujeres al sufragio durante los primeros años de la década del cuarenta. También participa en la fundación de diversos diarios dedicados a la formación de la mujer.

Su destacada labor en el medio la acredita para formar parte de la Asociación Venezolana de Periodistas. Fija residencia permanente en la parroquia La Pastora de Caracas. Precisamente a esta comunidad dona su biblioteca particular. Con ese valioso aporte se funda la Biblioteca Cultural Gual y España. Muere el 24 de enero de 1983 en su ciudad natal.

Durante la presidencia de José Luis Tamayo, Matilde Hidalgo anunció que iba a votar en las siguientes elecciones presidenciales. La solicitud fue sometida a consulta ministerial, decidiéndose a su favor, y el 10 de mayo de 1924, se convirtió en la primera mujer en América Latina que ejercer el derecho constitucional a votar en una elección.

En 1941 se convirtió en la primera mujer candidata y la primera mujer elegida administradora pública en Loja con el cargo de Diputada Suplente. Ejerció la medicina en Guayaquil hasta 1949, cuando obtuvo una beca para realizar una especialización en pediatría, neurología y dietética en Argentina. A su regreso al Ecuador, se dedicó a desarrollar obras sociales, fue nombrada Vicepresidenta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y fue presidenta de honor y vitalicia de la Cruz Roja en El Oro. También recibió múltiples reconocimientos como la condecoración con el Mérito de Salud Pública. (Diccionario Biográfico de Ecuador, t.1).

Marta María Matamoros Figueroa, de Panamá. Recibió las influencias de su padre sobre la importancia de las luchas obreras y el nacionalismo, que forjaron su vida como obrera y militante sindical, en 1941 consiguió su primer empleo como trabajadora en la fábrica de confección de vestidos. En esta época no existía un Código de Trabajo en Panamá por lo que los obreros trabajaban en su mayoría bajo condiciones de confinamiento, calor sofocante y medidas de disciplina férreas, no existía el derecho a vacaciones ni fuero de maternidad.

En 1945 se afilia al Sindicato de Sastres y Similares, en una época en que la participación sindical de las mujeres era escasa y logró escalar posiciones hasta convertirse en Secretaria de Finanzas y en 1946 organizó una huelga de trabajadores que duró treinta y ocho días en la fábrica Bazar Francés, en donde laboraba, para exigir mejores condiciones salariales y de trabajo. Producto de su participación en esta huelga quedó cesante y ese mismo año colabora de manera activa en la elaboración del Código de Trabajo, presentando una propuesta de ley para otorgar a las mujeres embarazadas catorce semanas de descanso con salario, la cual tuvo acogida en el directorio del sindicato. Se recogieron firmas de apoyo de sindicatos, compañeras obreras y hasta amas de casa y se organizó una gran marcha de obreros y obreras hasta la Asamblea Legislativa que fue finalmente aprobada.

Ocupó el cargo de Secretaria General del Sindicato de Sastres, formó parte de la Federación Sindical Mundial y actuó como dirigente nacional de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM). Se interesó por el modelo del socialismo y estudió los escritos de Karl Marx y Vladimir Lenin, militó en el Partido del Pueblo, el partido comunista de Panamá, llegando a ser parte de su buró político. (Guerra, 2003. P. 76)

Durante la década del 50 del siglo XX, después de terminar la Segunda Guerra Mundial, se aplicó la política de la Guerra Fría, que en América se expresó a través del establecimiento de dictaduras militares. En esta etapa la mujer fue vilmente perseguida, muchas de ellas arrancadas de sus hogares, muy jóvenes, de los brazos  de sus padres, salían de sus días de estudios y no regresaban, hoy aún están desaparecidas. En otros casos, muchas, embarazadas, estuvieron prisioneras en las difíciles condiciones y torturadas así en estado de gestación, hasta que al dar a luz eran asesinadas y sus hijos quedaban huérfanos en manos de los sicarios de estas dictaduras o vendidos a familias que pagaban por ellos altas sumas de dinero.

Ejemplo de la lucha de la mujer es el caso de las hermanas Mirabal, que se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en un grupo de oposición conocido como la Agrupación política 14 de junio. Fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones. A pesar de esto continuaron su lucha. Después de varios encarcelamientos, Trujillo decidió terminar con ellas. El 18 de mayo de 1960 habían sido juzgadas en Santo Domingo, al igual que sus esposos, por atentar contra la seguridad del estado dominicano. Se les declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión, libradas y sus esposos continuaron en prisión. Esta actitud de Trujillo tenía doble intención, pretendía demostrar su "generosidad” dando la libertad a las mujeres para nuevo asesinarlas, hecho que se concretó el 25 de noviembre de ese año. (En Caribe, 2012).

Carmen Soler fue una profesora, poeta, y militante del Partido Comunista Paraguayo. Fue varias veces presa y exiliada, por luchar contra la dictadura de Alfredo Stroessner. Durante el año 1947, se incorpora al Febrerismo, movimiento socialista, participa activamente en las luchas contra el dictador Morínigo, ya que deseaba combatir las desigualdades sociales que existían en el país. Después de la Guerra Civil de 1947, debió exiliarse en Buenos Aires

En 1954 vuelve al Paraguay, donde lucha contra los gobiernos colorados, y por la democracia. Es por eso detenida, por primera vez, en 1955, ya en la dictadura de Stroessner, que duraría hasta 1989. Ese mismo año, junto a otros militantes del Bloque Liberación del PRF, decide ingresar en las filas del Partido Comunista Paraguayo, partido en el cual militaria hasta su muerte. Desde entonces se suceden: el destierro, su reiterado regreso clandestino, la cárcel, la tortura y un prolongado exilio. Vuelve finalmente a Buenos Aires, Argentina, donde fallece el 19 de noviembre de 1985. No alcanzó a ver el fin de la dictadura de Stroessner. No tuvo la dicha de "volver". (Rubín. 2011).

En Cuba durante la república neocolonial las mujeres crearon Frente Cívico de Mujeres Martianas. (1952-1959), surgido a raíz del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952. Se distinguió por su activa participación en la lucha del pueblo contra el régimen de Fulgencio Batista Zaldívar. La estrategia del FCMM se basaba en el derrocamiento de la dictadura por la insurrección armada y la instauración del poder del pueblo a través de un gobierno popular revolucionario. Dadas sus prioridades, su programa no hizo ninguna reclamación específica para la mujer.

Entre las actividades fundamentales del FCMM se destacaron la propaganda orientada a despertar la conciencia del pueblo, el amor patrio y el accionar ante el golpe de estado, y utilizó para sus fines la prensa radial y escrita, manifiestos, volantes, actos públicos, folletos y otros medios, así como el enfrentamiento a toda posición inoperante y entreguista de las corrientes conciliatorias de la oposición política; asistencia legal, moral y material a los presos políticos; servicio social a familiares de los combatientes; recursos legales; denuncias económicas, políticas y contra todo tipo de violación de los derechos humanos, y apoyo a otros sectores en lucha. 

Cooperó en toda clase de acciones violentas: sabotajes, traslado de armas, actos en lugares públicos, atentados a esbirros, fuga de presos, refugio para perseguidos, asistencia médica para heridos en acciones combativas, identificación de combatientes asesinados, servicios funerales gratuitos para luchadores caídos cuyos familiares carecieran de ingresos económicos suficientes. Fidel Castro, en misiva de septiembre de 1955, les propuso convertir la organización en rama femenina del Movimiento Revolucionario 26 de julio.

El 28 de enero de 1959, todas las entidades cívicas de Santiago de Cuba, las escuelas y las organizaciones revolucionarias celebraron un desfile hasta el cementerio Santa Ifigenia. Allí, ante la tumba de José Martí, Aida Pelayo dijo las últimas palabras del Frente Cívico de Mujeres Martianas. Desde entonces, sus integrantes se dedicaron por entero a trabajar dentro de las organizaciones de masas creadas por la Revolución Cubana, para contribuir a consolidarlas. (Rodríguez, 2012).

Entre las mujeres que más se destacaron en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista estuvo Vilma Espín quien desde joven asumió posiciones políticas revolucionarias, participando activamente en manifestaciones estudiantiles luego del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952. Fue inseparable colaboradora de Frank País, insertada en los preparativos de la nueva etapa de lucha y luego de concluir un curso de postgrado en Estados Unidos, por orientaciones de la Dirección del Movimiento 26 de julio, hizo escala en México para entrevistarse con Fidel Castro y recibir sus instrucciones y mensajes para los combatientes que se hallaban en la clandestinidad en Cuba.

Bajo las órdenes directas de Frank participó en el alzamiento armado de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956, en apoyo a los expedicionarios del yate Granma, convirtiéndose su vivienda, después de esta acción relevante, en cuartel general del movimiento revolucionario en Santiago de Cuba. En los momentos más difíciles de la guerrilla dirigida por Fidel Castro, en febrero de 1957 marchó al encuentro de esta en compañía de Frank PaísFaustino Pérez y otros miembros del de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio para coordinar el apoyo desde el llano, y guiar al periodista del New York TimesHerbert Matthews a la presencia de Fidel. La publicación de la entrevista que el periodista hiciera al líder de la guerrilla echaría por tierra la propagada batistiana basada en la supuesta muerte de Fidel.

Por ser integrante de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de julio, poco antes de ser asesinado Frank País fue nombrada por él Coordinadora Provincial de la organización clandestina en la provincia Oriente, labor que desempeñó con particular capacidad y valentía hasta que, ante el acecho y la persecución constantes, se incorporó al Ejército Rebelde, en junio de 1958, convirtiéndose en guerrillera del Segundo Frente Oriental Frank País y eficaz coordinadora del movimiento clandestino de Oriente con el territorio del Frente. El 22 de junio Raúl Castro, jefe del segundo frente guerrillero Frank País García, dictó la orden No. 30 que determinó la captura de norteamericanos, conocida como operación antiaérea, ocasión en que Vilma sube como intérprete de las conversaciones del jefe guerrillero con el cónsul norteamericano, debido a sus conocimientos del idioma inglés . Inició su vida guerrillera cuando comenzaban las transformaciones para la consolidación del frente guerrillero, el que llegó a constituirse en Estado Insurgente y en el cual permaneció por seis meses. (Guevara. 2004).

Al Triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959 encabezó la unificación de las organizaciones femeninas constituyendo la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) el 23 de agosto de 1960, fue su máxima organizadora. Integró el Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965, en 1980 fue elegida miembro suplente de su Buró Político del mismo, y en el Tercer Congreso fue promovida a miembro efectivo, responsabilidad que desempeñó hasta 1991. Fue Diputada a la Asamblea Nacional desde su primera legislatura y miembro del Consejo de Estado desde su constitución. Vilma presidió desde su creación la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, y la Comisión de la Niñez, la Juventud y la igualdad de derechos de la Mujer, de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Celia Sánchez Cumplió importantes misiones en el abastecimiento de la guerrilla en la Sierra Maestra y luego se convirtió en combatiente directa. En los momentos más difíciles de la guerrilla dirigida por Fidel Castro, en febrero de 1957 marchó al encuentro de esta en compañía de Frank PaísFaustino Pérez y otros miembros del de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio para coordinar el apoyo desde el llano. Fue integrante del pelotón de la comandancia, combatió en El Uvero. Fue la primera mujer que ocupó la posición de soldado combatiente en las filas del Ejército Rebelde. Pocos días después de esa acción, Fidel la envió de nuevo al llano con importantes encomiendas. Esta resultó la etapa de mayor peligro, pues a la persecución contra ella se sumó la traición de un expedicionario del Granma, quien delató a muchos de los colaboradores del Movimiento.

Celia asumió importantes tareas y responsabilidades y fue participante activa de los momentos más trascendentales de la Revolución Cubana, de todas las actividades relevantes y las obras más significativas emprendidas después del triunfo del 1 de enero de 1959. Fue secretaria del Consejo de Estado, diputada al Parlamento, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y de la Dirección Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas. Tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 asumió importantes tareas y responsabilidades, siendo participante activa de los momentos más trascendentales de las primeras décadas del período revolucionario, años en los que se dedicó a recoger y organizar toda la información referente a la lucha guerrillera. Fue miembro del Partido Comunista de Cuba desde su creación hasta su fallecimiento. Por su labor es conocida como la flor autóctona de la Revolución. (Guevara. 2004).

Melva Hernández Participó activamente en las luchas contra la tiranía batistiana y formó parte del movimiento revolucionario dirigido por Fidel, integrando el grupo que participó en la toma del hospital provincial Saturnino Lora. Integró la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, en México participó en los preparativos de la expedición del Granma y despidió el 25 de noviembre de 1956 a los combatientes en el puerto de Tuxpan. Se incorporó al Ejército Rebelde en las filas del Tercer Frente Mario Muñoz Monroy, dirigido por el Comandante Juan Almeida Bosque. Tras el triunfo de la Revolución desempeñó importantes responsabilidades, entre ellas Presidenta del Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur primero, y después de VietnamCambodia y Laos; miembro del Presidium del Consejo Mundial de la Paz; Secretaria General de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL); embajadora de Cuba en la República Socialista de Vietnam y en Kampuchea, y directora del Centro de Estudios sobre Asia y Oceanía. Fue fundadora del Partido y miembro de su Comité Central desde el Tercer Congreso, así como diputada a la Asamblea Nacional desde 1976hasta 1986, y elegida nuevamente desde 1993.

Su compañera inseparable en la lucha, Haydee Santamaría, al ocurrir el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, junto a su hermano Abel Santamaría y otros revolucionarios editan los periódicos clandestinos "Son los mismos" y "El Acusador" y realizan una intensa labor de agitación. Después de conocer a Fidel Castro participó en las acciones del 26 de julio de 1953 y junto con su hermano Abel ocupó el Hospital Civil Saturnino Lora con el objetivo de apoyar a los asaltantes del Cuartel Moncada.

Tras los sucesos fue hecha prisionera por el ejército. Para hacerla hablar, le dijeron que su hermano y novio habían sido torturados y asesinados después del combate. Como muestra de ello, le mostraron un ojo de Abel y los restos de los genitales de su novio Boris Luis Santa Coloma. Pese a lo desgarrador del método, no pudieron sacarle ninguna información.

Haydée, junto a Melba Hernández fue conducida desde el aeropuerto de Columbia hasta el Reclusorio Nacional para Mujeres de Guanajay. En un carro del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), fuertemente escoltado fueron conducidas hasta el penal. Fue destinada al Bloque A, donde se encontraban las reclusas de mejor conducta, según había dispuesto el tribunal que la consideró presa política y la condenó a siete meses de prisión.  En un pequeño almacén de la planta baja, junto a la cocina se le habilitó la celda que compartiría con Melba Hernández. En la celda improvisada se les habilitaron cuatro espacios: uno para dormitorio, uno para cocina, otro para comedor y un último donde se instaló el baño. Durante el encierro fue autorizada en algunas ocasiones a recibir personas amigas y se le permitió tener todos los libros que deseó, pero se le mantuvo todo el tiempo incomunicada, con la sola compañía de Melba Hernández, y sólo podía tomar el sol en el patio los días que la visitaban sus familiares. (Mencia, 1980).

Después del excarcelamiento participó en la impresión y distribución del manifiesto "A Cuba que sufre", en el cual Fidel y sus compañeros de presidio patentizaban su decisión irrevocable de continuar la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista. Fue también Haydee, junto Lidia Castro y Melba Hernández, quien recopiló y organizó las notas que Fidel iba logrando sacar de la prisión, escritas con zumo de limón y en la cual reconstruía su alegato en el juicio del Moncada, que luego sería conocido como La historia me absolverá.

Desde la clandestinidad, desempeñó un papel decisivo en la reagrupación de las fuerzas revolucionarias para la lucha armada y participó en la organización del alzamiento del 30 de noviembre de 1956. En los momentos más difíciles de la guerrilla dirigida por Fidel Castro, en febrero de 1957 marchó al encuentro de esta en compañía de Frank PaísFaustino Pérez y otros miembros del de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio para coordinar el apoyo desde el llano, y guiar al periodista del New York TimesHerbert Matthews a la presencia de Fidel. A De allí partiría al exilio, designada por Fidel como delegada del Movimiento 26 de Julio para aglutinar las fuerzas en el exterior obtener armas.

A finales de abril volvería a subir a la Sierra acompañando al periodista norteamericano Bob Taber, quien deseaba entrevistar a Fidel. En 1965 estaría entre los fundadores del nuevo Partido Comunista de Cuba y sería electa miembro de su Comité Central. Integró la presidencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), que se reuniría en La Habana, en 1967, para coordinar la lucha insurreccional en todo el continente. Tras su liberación integró la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio. Apoyó al destacamento guerrillero que dirigía Fidel Castro en la Sierra Maestra, y éste le encomendó que obtuviera fondos y armas y aglutinara a los revolucionarios en el exterior. Regresó a Cuba al triunfar la Revolución y trabajó en el Ministerio de Educación. Luego fundó y dirigió por  muchos años la Casa de las Américas, desde donde influyó decisivamente en el devenir cultural del país.

Otras mujeres como Lidia Doce y Clodomira Acosta fueron atrapadas por la tiranía batistiana el 12 de septiembre de 1958 y después de soportar violaciones y torturas, fueron asesinadas cinco días después y tiradas al mar (le riveren. p. 219 )

Parecido fue el destino de las Hermanas Lourdes y Cristina Girals que fueron protagonistas de la lucha clandestina en Cuba en la Década del 50 del siglo XX, sin encontrarse en la Habana durante el asesinato de un esbirro, fueron baleadas a su regreso sus cuerpos envueltos en sobrecamas y rodados escaleras abajo, por los matones de Batista, hasta ser reconocidas en la estación de policías por su hermano. (IDeM. p. 221)

Al triunfar la Revolución cubana el 1ro de enero de 1959 la mujer se incorpora a las tareas de la revolución, se cumplen sus anhelos de justicia social y de dignidad humana, comenzaron a desarrollarse las diversas vías para su superación fueron integradas a la Federación de Mujeres Cubanas, lideradas por Vilma Espín y en pleno siglo XIX ocupan importantes puestos de trabajo y altos cargos en el sistema gubernamental y político cubano.  

Conclusiones

Las mujeres latinoamericanas históricamente han perseguido en su lucha el reconocimiento de igualdad de oportunidades y derechos en la sociedad. Las dificultades para obtener este reconocimiento se han debido a factores históricos, en combinación con las costumbres y las tradiciones sociales. Actualmente, debido a las reivindicaciones del movimiento feminista y otros movimientos de derechos humanos, las mujeres tienen acceso a carreras profesionales y trabajos similares a los de los hombres en la mayor parte de las sociedades. En la sociedad del siglo XXI algunas las mujeres tienen plena igualdad jurídica tanto en el ámbito laboral como en el familiar, pudiendo ser cabezas de familia, detentar cargos altos tanto en política como en grandes empresas. En tal sentido Cuba representa un baluarte para el desarrollo del reconocimiento del papel de la mujer en todo el continente americano.

El tema abordado en la ponencia es de obligatoria consulta para los estudiantes de la carrera de las Licenciaturas en Educación en las asinaturas de Historia de Cuba que se recibe en los primeros años..

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