Cuentos: La vampira
Idaine Smith Silva
Luisa María Silva Rodríguez
La madre al ver las intenciones comenzó a leerle la cartilla: no botes agua, recoge la terraza, hoy estoy de guardia y regreso cansada, _ ah! Acuérdate que al oscurecer les gusta salir a los vampiros.
_Mamá, me cuelgo un diente de ajo como en los cuentos.
_Muchachita no te burles
La niña sonríe con picardía.
Al anochecer, cansada de jugar, miró la terraza y se dijo:_ Papá no se va a fijar en ella, cuando me levante la pongo en orden.
Mientras, en las aguas cristalinas se despierta una vampira, ella ha logrado llegar a la adultez comienza a vagar por el territorio y descubre una habitación abierta, se introduce ve en ella a Lucy, duerme a piernas sueltas. Con aire zalamero danza a su alrededor olfateando su cuerpo, se detiene_ ¡ahí está! Piensa y frota su único colmillo dando filo, sus ojos distorsionan al sentir el estimulo que le produce estar cerca de un torrente sanguíneo.
Va vestida con una licra de rayas amarillas lo que la hace más peligrosa. Contonea en alto sus piernas en actitud provocativa, se acerca a la pequeña, mientras en su mente retorcida traza una estrategia para el ataque.
Lucy dormida, pero con el instinto de sobrevivencia alerta, reacciona al sentir el sonido característico de la respiración vampiresa.
Todo transcurre en cuestión de segundos, la vampira inicia el ataque clavando el colmillo en el cuello de la niña que despierta a la defensiva con sus manos en alto y plo….. el mosquito cae aplastado.
_Mamá, me cuelgo un diente de ajo como en los cuentos.
_Muchachita no te burles
La niña sonríe con picardía.
Al anochecer, cansada de jugar, miró la terraza y se dijo:_ Papá no se va a fijar en ella, cuando me levante la pongo en orden.
Mientras, en las aguas cristalinas se despierta una vampira, ella ha logrado llegar a la adultez comienza a vagar por el territorio y descubre una habitación abierta, se introduce ve en ella a Lucy, duerme a piernas sueltas. Con aire zalamero danza a su alrededor olfateando su cuerpo, se detiene_ ¡ahí está! Piensa y frota su único colmillo dando filo, sus ojos distorsionan al sentir el estimulo que le produce estar cerca de un torrente sanguíneo.
Va vestida con una licra de rayas amarillas lo que la hace más peligrosa. Contonea en alto sus piernas en actitud provocativa, se acerca a la pequeña, mientras en su mente retorcida traza una estrategia para el ataque.
Lucy dormida, pero con el instinto de sobrevivencia alerta, reacciona al sentir el sonido característico de la respiración vampiresa.
Todo transcurre en cuestión de segundos, la vampira inicia el ataque clavando el colmillo en el cuello de la niña que despierta a la defensiva con sus manos en alto y plo….. el mosquito cae aplastado.
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